Primera Parte del Capítulo Segundo
GRANDI en CHILE
“LA NONA AVELINA”
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Iniciar esta investigación**
no ha sido tarea fácil habiendo dejado ya de existir todos los protagonistas de esta historia, padres e hijos, incluso la mayoría de los nietos y parte significativa de los bisnietos del Capitán de la Marina Mercante de Chile don Eugenio Grandi Medonich y de su esposa doña Avelina Gajardo Neira, luego de más de una centuria de tradición familiar en Chile. No había fuentes directas a quién ir a preguntarles y para mayor complejidad los vestigios familiares eran escasos, imprecisos y controversiales, de modo que no es de extrañar que la casualidad sería la llave que abriría el camino a la búsqueda de las primeras raíces que nos conducirían a dilucidar datos de la primera madre de hombres y mujeres con el apellido paterno Grandi nacidos en Chile.
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Historia de Doña
AVELINA GAJARDO NEIRA
Talvez sea
doña Avelina la persona más enigmática de la basta familia que ella ayudó a fundar hace ya más de 135 años. En efecto, el contingente de descendientes más numeroso de la dinastía de “Los Grandi en Chile”, tiene como raíz fundacional a esta mujer de quien, pese a numerosos intentos, no hemos logrado encontrar vestigios de su imagen y datos precisos de su persona. Se sabe que fue en sus cortos años de vida una mujer distinguida, de hermosa estampa y una madre amorosa con sus hijos. Nace en la ciudad de Concepción presumiblemente a inicios del año 1857, hija legítima de Juan Gajardo y Cornelia Neira. Su historia se comenzó a reconstruir a partir de los siguientes hechos que se narran.
La hermana de este autor,
doña Elizabeth Grandi Kroeger (Q.E.P.D.), tan “busquilla” como yo, escudriñando información de nuestro abuelo paterno don Luís Bernardo Eugenio Grandi Gajardo, consiguió las inaugurales noticias de la primera generación de Grandi nacidos en Chile, al descubrir que el padre de nuestro padre, el segundo hijo del matrimonio Grandi y Gajardo, había nacido en la ciudad de Puerto Montt. De hecho ella obtuvo un documento que le fue otorgado por el Arzobispado de Concepción, en que constaba el bautizo de nuestro abuelo paterno, bautizo que se efectuó en la Vice-Parroquia de Puerto Montt, el 30 de junio de 1878, donde se señala como fecha de su nacimiento el 19 de mayo de 1878. Primer dato en tiempo y espacio que a la postre será fundacional para esta y las otras biografías de este libro. Desde estas páginas, una vez más gracias a mi hermanita Elizabeth por tan valioso aporte a la investigación familiar.
Formidable resultaba
este hallazgo ya que era la llave que abría paso a la pesquisa de antecedentes de los bisabuelos y particularmente de la primera madre de los Grandi en Chile, uno de los personajes más desconocidos de las generaciones que la precedieron, y en torno a quien circulaban historias de dudosa credibilidad, pero que había que respetar ya que formaban parte de la memoria colectiva parental. No en vano ha transcurrido más de una centuria desde que ella entra en la escena familiar, paso que para más duró escasamente 18 años, de modo que, el que se desperfilara su imagen e identidad, no debe sorprendernos y tampoco que lo poco que de ella se sabía fuera incierto.
Hoy sab****emos
que Avelina Gajardo Neira, fue oriunda de la ciudad de Concepción en la Octava Región del país, y que nació durante el año 1857 (aun, tras de algo más de siete años de búsqueda, no ha sido posible encontrar el registro eclesial que de cuenta precisa del día y mes en que nació doña Avelina). Sus padres, como se ha dicho, fueron Juan Gajardo y Cornelia Neira, matrimonio formado en la ciudad de Concepción y que se avecindaron en la ciudad de Coronel a fines de 1873. Desconocemos si tuvo más hermanos. Hubo rumores infundados de que Avelina era de nacionalidad Peruana – lo que en sí nada de malo constituye - pero que como se expresó, no corresponde a la verdad, ya que como se comprobará en los registros oficiales del Arzobispado de Concepción (Decanato del Carbón Parroquia San Pedro de Coronel) con motivo de su matrimonio religioso y en el Registro Civil de Chile, primero en la inscripción de nacimiento de sus hijos y segundo en la inscripción de su defunción, se confirma que ella era de nacionalidad chilena e hijas de padres chilenos.
Como se ha dicho
en el primer Capítulo de este Libro, el Capitán de Alta Mar don Eugenio Grandi Medanich arribó a Chile entre los años 1865 y/o 1866, y tras algunos años de permanencia en el país, residente en la ciudad de Coronel, toma la decisión de formar familia y contrae primeras nupcias, el 24 de julio de 1874 en la parroquia de San Pedro y Colcura de la misma ciudad de Coronel a la edad de 29 años, con la señora Avelina Gajardo Neira, quien a la sazón contaba con 17 años de edad. Fueron testigos de este enlace el matrimonio conformado por don Juan Parker, doña Delfina Soto y don Juan Lusin. El oficio religioso lo realizó el cura don Pascual Contreras. El registro del matrimonio señala que don Eugenio residía en el país por espacio de ocho años y en la ciudad de Coronel la mayor parte del tiempo. Respecto de la Nona Avelina, el documento la sitúa como residente por espacio de 10 meses en la ciudad.
Certificado Eclesial del enlace Grandi y Gajardo
El documento
exhibido corresponde al certificado del enlace católico de los esposos Grandi y Gajardo, y sobre dicho documento habría que hacer la salvedad de que allí se contraseña datos que contrastan con otro documento del Registro Civil de Chile emitido en la ciudad de Puerto Montt en 1892 con motivo del deceso de la Nona Avelina. Particular relevancia tiene el hecho de que en el certificado otorgado por el Arzobispado de Concepción, se afirma que la madre de la Nona Avelina se llamaba Cornelia Neira y no María González como se consigna en la inscripción de su defunción. Dada la importancia del tema, se hicieron ingentes esfuerzos para localizar el Acta de Bautismo y/o Nacimiento de Avelina donde debería estar la confirmación del verdadero nombre de la Madre, desafortunadamente la búsqueda no tuvo resultados positivos. Para zanjar el tema he adoptado la arbitraria decisión de considerar válida la información del certificado anteriormente expuesto, teniendo en cuenta que es el único acto conocido hasta hoy en que la “Nona Avelina” esta presente y firma de puño y letra el registro de su matrimonio ante el escribano eclesial y es de suponer que un posible error en el nombre de su madre habría sido advertido por ella y corregido de inmediato.
Establecido ya que
Avelina y Eugenio se casaron en 1874, el matrimonio registrará residencia en las ciudades de Coronel, Lota, Ancud, Puerto Montt y aparentemente en términos transitorios en las ciudades de Valparaíso y Calbuco, deambular en el que nacerán ocho hijos vivos. En 1876 nació en la ciudad de Coronel su hija mayor Delfina, y en 1878 concibió a su hijo Luís Bernardo Eugenio en la ciudad de Puerto Montt. Posteriormente, en 1880, nació Eugenio en la ciudad de Lota. El año 1883 nació Atilio (se presume que su alumbramiento ocurrió en Ancud, presunción que deriva del hecho de que la familia residía allí por esos años y se sabe fehacientemente que falleció con tan solo cuatro años de vida en 1887 en esa ciudad de Chiloé). En 1885 nació Enrique en la ciudad puerto de Calbuco. Al año siguiente, vale decir en 1886, nació Avelina Andrea Micaela en Valparaíso y en 1889 hará lo propio Elisa en la ciudad de Ancud. En septiembre de 1890 nació el menor se sus hijos Eduardo, el que cuatro meses más tarde (enero de 1891), falleció víctima de una pulmonía, ambos eventos se producen en la ciudad de Puerto Montt. En total ocho hijos de los cuales sobreviven seis, tres mujeres y tres hombres, la primera generación de una asombrosa descendencia.
Durante los casi 18 años
que duró este matrimonio, -1874 al 1892-, doña Avelina en su condición de esposa de un marino, no solo siguió a su marido por muchos puertos, sino que también toleró con estoicismo sus largas ausencias del hogar, dado los continuos viajes que éste realizaba navegando desde el sur hasta el norte de Chile –y viceversa-. Particular importancia tiene el hecho que durante la Guerra del Pacífico (1879) ella fuera una de las centenares de mujeres que por largo tiempo vivió la zozobra de saber que su esposo estaba a miles de kilómetros del hogar, enredado en el teatro de guerra, rogando por su regreso sano y salvo a casa, o como cuando por espacio de un año (1890) estuvo su marido viviendo en la ciudad de Concepción trabajando como Sub Gerente de Personal en la construcción del puente ferroviario sobre el río Bío-Bío y la familia residía a la zaga en la ciudad de Puerto Montt. El alma joven de la Nona Avelina se contracturó dos veces con la muerte de sus hijos Atilio (1887) y Eduardo (1891), y se cuenta de ella que además sufría de severos cuadros depresivos post parto, sintomatología poco comprensible en aquellos años, hecho que de suyo sumo dolorosas situaciones a su vida.
Doña Avelina Gajardo Neira
falleció en la ciudad de Puerto Montt a las diez de la mañana del 18 de febrero de 1892 con tan solo 35 años de vida (de lo cual se infiere que se había casado a la edad de 17 años, y había nacido el año 1857 aproximadamente). La causa de su deceso fue un cuadro infeccioso (fevés adquirido) todo esto se advierte en la lectura de la inscripción de su defunción ante el Registro Civil de Melipulli, nombre originario de la ciudad de Puerto Montt. Sus restos inhumados descansan sepultos en el cementerio Municipal de esa misma ciudad. Vale agregar en este punto, que este autor viajó hasta la ciudad de Puerto Montt, y visitó el Cementerio Municipal con la esperanza de localizar su tumba. Frustrante resultó comprobar que en dicho lugar no tan solo no hay ningún registro de defunciones anteriores al año 1948, sino que además, físicamente fue imposible localizar el lugar en que yacen sus restos.
No sabemos si el marido
estaba presente o no en Puerto Montt en febrero de 1892 cuando falleció su esposa, lo que sí esta claro que no es él quien concurre ante el Oficial Civil a inscribir la defunción de la Nona Avelina, sino que lo hace una señor que se identifica como Eduardo Díaz que declara tener 23 años de vida. Desconocemos de quien se trata, pero su intervención en este magro evento dará pié a otro hecho controversial sobre la identidad de la Nona Avelina.
En la inscripción
de Defunción Nº 53 de 1892 en el Registro Civil de Puerto Montt, obtenida en 2004, este autor tuvo noticias por primera vez de cómo se llamaban los padres de la Nona Avelina. En el documento se consigna que ellos fueron Juan Gajardo y María González. Como era de suponer, los primeros textos sobre la biografía de ella, dieron por hecho este dato y así se informaba. Años más tarde de haber localizado este referido documento, fue logrado el anterior que se exhibe de su matrimonio, que en forma irrefutable, dejó en claro que la madre de doña Avelina se llamó en vida Cornelia Neira. Hoy podemos atribuir a ese señor de 23 años de apellido Díaz, que de seguro en forma equivocada pero no por eso con mala intención, informó erróneamente al funcionario del Registro Civil –y tal vez por desconocimiento-, el nombre y el apellido correcto de la primera madre de los Grandi en Chile. Llama la atención que en el referido documento, se informó también que el oficio de la Nona Avelina era de “rentista”. Hasta hoy ignoramos por completo el porqué se hizo esa afirmación.
Inscripción de la Defunción de doña Avelina Gajardo Neira,
Nº 53/1892 - Registro Civil de Puerto Montt.
NOTA DEL AUTOR:
Existe una versión familiar no confirmada de que doña Avelina Gajardo Neira, habría terminado sus días quitándose la vida por inmersión. Ahora bien, a juzgar por la causal de su deceso señalado en el certificado de defunción, fevés adquirido, que corresponde a una enfermedad que por definición se caracteriza por una consunción gradual y lenta, fiebre héctica y ulceración en algún órgano, no es viable presumir que la causa de su deceso fuera inmersión, sino que más bien, afirmar fue víctima de un mal que solía darse con frecuencia por aquellos años, especialmente en los puertos del país. Lo relevante es que la familia pierde el puntal más importante de su construcción nuclear en ese ingrato 18 de febrero, hecho que marcarán una antes y un después en la historia de los Grandi y Gajardo.
Tal como se expresó
al inicio de esta biografía, a la fecha se carece de documentación fehaciente que nos permita aseverar con plena certeza la data de nacimiento de la Nona Avelina, y pese a una intensa búsqueda entre la familia, no hay vestigios fotográficos de ella. La investigación continúa y desde luego desde estas líneas hacemos un llamado a quienes nos puedan ayudar con datos e informaciones que nos ayuden a mejor ilustrar esta biografía que nos habla de una mujer que pese a haber vivido cortos años, fueron suficientes para ayudar a fundar una larga y granada familia que se ha diseminado a lo largo y ancho de todo Chile.
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****Autor: Raúl Grandi Crisosto
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Amigo lector, si tienes antecedentes de familias con el apellido
GRANDI, que vivan en Chile,
por favor comuníquese conmigo al correo electrónico:
raulgrandi@gmail.com******